Ayer me
he sumado al minuto de silencio por las víctimas en París. Mientras lo hacía no
dejé de pensar en tantas otras víctimas y los minutos de silencio que
deberíamos de guardar por tantos muertos en la frontera entre México y Estados
Unidos, o el mar mediterráneo, o los muertos de tantas fronteras en el mundo, y
las víctimas de la violencia en Centro América, y tantos otros conflictos
llenos de muertos. El que se recuerde a unas víctimas y a otras no pasa por una
serie de factores: un Estado que se encarga del proceso de memoria, un sistema
de comunicación masivo que le da importancia, un proceso de organización (no
todos en París hicieron un minuto de silencio) una sociedad que se toma el
tiempo para recordar a sus víctimas y considera que debe honrarlas, en algunos
lugares como en mi país la muerte se ha vuelto cotidiana, auque se hacen
esfuerzos por recordar. Víctimas de violencia hay todos los días y en todas
partes. El que haya o no un minuto de silencio es una construcción emocional, social
y política ¿No creen?
Lo cotidiano es lo de todos los días, intranscendental, parece, pero es el proyecto que llamamos vida. Sobresaltos a veces, esporádicos, pero también de este quehacer de la vida.
martes, 17 de noviembre de 2015
lunes, 16 de noviembre de 2015
En memoria de Pavel
En memoria de Pavel y cada uno de los muertos que la guerra quiero dejar estas palabras en la memoria. Quiero dejar un recuerdo cotidiano, un Pavel más humano, tal como lo recuerdo yo:
A mi hermano le tocó salir a los 11 al exilio. En Nicaragua creció en medio de aquello llamado revolución. A Pavel le encantaba el bacanal (como dicen los nicaragüenses), y no despreciaba un buen cigarrillo ni una buena bebida. Le encantaba comer sin vergüenza, y apreciaba sin dudar una buena pizza tanto como rimero de tortillas y un plato de frijoles.
Aquél exilio triste que encontramos en algunos poemas de Benedetti, no hicieron eco en la vida de mi hermano. Nicaragua fue sencillamente linda, una experiencia interesante que marcó su vida. Le tocó ir a las cortas de café en Matagalpa y Jinotega, y también a algunas de algodón. Se fue a entrenar a las milicias y participó en el grupo de la Juventud Comunista. Y entre militancia, adolescencia, estudios y bacanales pasó el tiempo en Nicaragua.
Hoy hace 26 años nos dijo adiós en medio de una guerra y miles de muchos muertos más.
Aquél exilio triste que encontramos en algunos poemas de Benedetti, no hicieron eco en la vida de mi hermano. Nicaragua fue sencillamente linda, una experiencia interesante que marcó su vida. Le tocó ir a las cortas de café en Matagalpa y Jinotega, y también a algunas de algodón. Se fue a entrenar a las milicias y participó en el grupo de la Juventud Comunista. Y entre militancia, adolescencia, estudios y bacanales pasó el tiempo en Nicaragua.
Hoy hace 26 años nos dijo adiós en medio de una guerra y miles de muchos muertos más.
lunes, 2 de noviembre de 2015
Día de muertos
Hoy es
día de muertos. Para recordar tengo unos cuantos en mi lista. En los recuerdos
hay tristeza y alegria, muerte y vida, aventuras y desventuras, y sin duda
amor. La muerte es parte de mi vida, de eso no tengo dudas, toca aprender de
ella y celebrar mientras haya vida.
Así en la buena tradición mexicana, lugar que me acogió un par de años, monté mi altar de muertos, y para agregar la tradición salvadoreña hicimos y comimos frijoles, aguacate, queso y tortillas…suculento platillo para mis seres de este y del otro lado. En memoria de: Luis, Diana, Tamara, Pavel, (Galia), Camilo, la abuela María y el abuelo José, Lidia y Luis, la niña Blanquita, Manuel, Lilian madre y tantos otros amigos y familiares.
Así en la buena tradición mexicana, lugar que me acogió un par de años, monté mi altar de muertos, y para agregar la tradición salvadoreña hicimos y comimos frijoles, aguacate, queso y tortillas…suculento platillo para mis seres de este y del otro lado. En memoria de: Luis, Diana, Tamara, Pavel, (Galia), Camilo, la abuela María y el abuelo José, Lidia y Luis, la niña Blanquita, Manuel, Lilian madre y tantos otros amigos y familiares.
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