sábado, 29 de octubre de 2016

Capitain fantastic (Matt Roos, 2016)


Seis hijos crecen en el bosque, cazan, cocinan, limpian y hacen todas las tareas que se requieren para mantener el proyecto, y al mismo tiempo son entrenados física e intelectualmente por su padre. Marxismo, comunismo, maoísmo, discusiones literarias y pláticas profundas hacen de esta familia un grupo atípico. La muerte de la madre es el eje movilizador que enlaza la historia, y obliga a la familia a desplazarse y confrontarse con otra realidad. Así se ponen en el tapete los dilemas. Dilemas que en menor o en mayor medida tenemos aquellos que nos toca educar y elegir entre formas de vida. “Capitain fantastic” es una película genial, llena de humor, emociones, sutiles intelectualidades, simplezas. Me he reído, la he gozado, y Viggo Mortensen es absolutamente un gran actor.

sábado, 22 de octubre de 2016

Julieta de Almodóvar

Julieta de Almodóvar (2016), en algún momento titulada genialmente Silencio, es una película que reconstruye el infortunio. Sin duda Silencio hubiera sido un título tan bueno como Julieta. Ausencias, quiebres, miedos y traumas construyen la película de Almodóvar. La escena final de la película te lleva al reencuentro. Un reencuentro lleno de dolores y ausencias, de un quiebre que tal vez no tenga reparo pero que puede brindar tranquilidad y esperanza. Almodóvar cierra la película con la gran cantante de los dolores y las pasiones: Chavela Vargas. Chavela, la Gran Chavela.

jueves, 20 de octubre de 2016

Americanos

Stef Biemans y su equipo reconstruyen Centroamérica de una manera muy interesante en la serie Americanos. Las tomas y la música, y sin duda la particularidad de contar y preguntar que tiene Biemans hacen de las entregas algo especial.

Biemans y su equipo se deslizan suavemente sobre los procesos sociales, interesantes detalles sobre las cotidianidades, analizan historias y escarban en los códigos culturales para, a veces, contrastarlos con los propios.

La serie Americanos relata el viaje de migrantes centroamericanos hacia los Estados Unidos. Un viaje donde la palabra elegir resulta absurda, no es un viaje que se elige, es un viaje que se hace bajo absurdas condiciones debido a absurdas situaciones, y que sin duda no siempre prometen un futuro medianamente aceptable.

Sin duda creo que Stef y su equipo saben leer y posicionarse en los zapatos del otro, del otro en muy diversos niveles. La primera entrega inicia con la muerte, la violencia y el papel de esta en el proceso migratorio. La escena se abre en un cementerio, un trabajador limpiando las tumbas. El cementerio se limpia y se vacía para abrir espacio a otros muertos, la violencia promueve el mercado de la violencia. La violencia y el destierro se mezclan con la religión. La fuerza interna que mueve a los migrantes a emprender el camino. El drama de estos país reclama a gritos la fe y el sentido.
Stef es sin duda un tipo que explora, explora y se mete en las entrañas de la clica, en un barrio de la mara 18, en sus expresiones, en sus sentidos. Y deja al público con la boca medio abierta cuando explora sus propios límites, y asoma su nariz a una sopa de buitre, yo le diría: “chocho chavalo, eso requiere fuerza.”


Stef sabe contar, sabe llevarte en esa historia con sutilezas, en su español con acento nicaragüense, su ironía y sus preguntas inesperadas y a veces indiscretas que mata con una simple sonrisa, saber llevarte por una realidad cruda, violenta, pero también llena de ternura y de mucha fuerza. Lástima que los pedazos en holandés no están traducidos al español, así los centroamericanos podríamos disfrutar completamente de la serie. Pero sin duda un programa para ver.
http://www.vpro.nl/programmas/americanos.html

jueves, 13 de octubre de 2016

El otoño

Ya llegó el santo frío, ese que cada año cala los huesos, ese que hiere y abraza, ese que no te deja ir a fuera sin un par de centímetros de algodón atados a la piel, ese que cuando abres la boca construye una nube condensada y te recuerda la ley de la física. Los árboles dejan caer su manto, el que cubre raíces para guardar un poco de calor en invierno. El día pierde luz, la oscuridad le gana a aquello que llamamos día. El baúl repleto de guantes y gorros despierta de aquel sueño de verano, y las velas alumbran el interior de las casas. La vida se envuelve, se arropa, se guarda para cruzar el invierno. Bienvenido el otoño, y ojalá el solecito interior y la energía sobreviva hasta el próximo verano.