viernes, 3 de julio de 2015

La vida está llena de infinitas coincidencias, o tal vez la vida es un ciclo que se repite constantemente, por ello hay tantas coincidencias en ella, y repetimos los que otros ya repitieron en una rueda sin fin y aunque parezca loco: diferente. Así me ha caído el libro " El olvido que seremos" de Héctor Abad Faciolince, colombiano. Lo comencé a leer hace un par de meses y no lograba encantarme. Mientras hacía este viaje intenso de las últimas semanas me atrapó, encontré párrafos enteros de mi vida, historias que podrían ser mías, emociones que llevo entre mis brazos. Y hay una frase muy intensa que dice: "Después de una gran calamidad la dimensión de los problemas sufre un proceso de achicamiento, de miniaturización pues a nadie le importa un pito que le corte un dedo o que le roben el carro si se le ha muerto un hijo." pág, 188. Hay tragedias que marcan, el olvido que seremos tiene muchos paralelos con El Salvador, con el sentido que le damos a la vida. Ante la tragedia hay que hacer grandes esfuerzos para no minimizar los pequeños dramas cotidianos, la vida necesita sentido que sólo uno mismo le puede dar en una entrañable relación con los otros. Lectura recomendad. ¿Verdad Ralph Sprenkels?

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