Ayer me
he sumado al minuto de silencio por las víctimas en París. Mientras lo hacía no
dejé de pensar en tantas otras víctimas y los minutos de silencio que
deberíamos de guardar por tantos muertos en la frontera entre México y Estados
Unidos, o el mar mediterráneo, o los muertos de tantas fronteras en el mundo, y
las víctimas de la violencia en Centro América, y tantos otros conflictos
llenos de muertos. El que se recuerde a unas víctimas y a otras no pasa por una
serie de factores: un Estado que se encarga del proceso de memoria, un sistema
de comunicación masivo que le da importancia, un proceso de organización (no
todos en París hicieron un minuto de silencio) una sociedad que se toma el
tiempo para recordar a sus víctimas y considera que debe honrarlas, en algunos
lugares como en mi país la muerte se ha vuelto cotidiana, auque se hacen
esfuerzos por recordar. Víctimas de violencia hay todos los días y en todas
partes. El que haya o no un minuto de silencio es una construcción emocional, social
y política ¿No creen?
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