El sábado
estábamos cocinando dos mujeres y dos hombres, todos echábamos pupusas y
platicábamos a la vez. Yo: que
bien que todos estamos cocinando, hombres y mujeres. René: somos iguales.
Victoria: no, somos diferentes. Ambos tenían razón: iguales y diferentes. El día
de la mujer nació como una lucha reivindicativa para la igualdad de derechos de
género, en muchos lugares las relaciones de género se construyen en relativa
igualdad, al menos eso intentan, y se distribuyen entre quién debe planchar, cambiar
las bombillas, lavar los platos o recoger la mesa, ir a trabajar y cuidar los
niños y niñas. En otros lugares las mujeres aún asumen dichas tareas más el
trabajo. En muchos lugares aún se casan a mujeres a través de arreglos
familiares, y muchas mujeres aún adquiere salarios desiguales en comparación
con los hombres. En el día de la mujer toca reivindicar viejas y nuevas luchas.
Felicidades a todas en este día. Y sin duda también a todos los que ayudan a
construir un mundo menos desigual.
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