sábado, 17 de octubre de 2015

Caminando

El bosque tiene un silencio inexplicable. Tan hermoso como el oleaje rítmico del mar. En el puedes hundirte sin problemas, y el verde profundo de los árboles te abraza en su profunda tranquilidad. Extraño la quebrada y elevada estructura de la Tortilla ó el Sumpul, y la gota abrumadora que dejas en el camino al subir por sus quebradas. Pero aprecio sin duda la planicie que te lleva despreocupada entre sus senderos con la mirada dirigida a otros detalles. Acá un momento, atrapado en la magia de la fotografía.

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